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Mostrando las entradas de agosto, 2022

En que momento perdimos la elegancia.

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En que momento perdimos la elegancia.     Somos lo que somos y por necesidad debemos aceptarlo.  En algún momento de mi vida cuando disponía de tiempo para perder, dejé que mí atención fuese seducida por un mago, si por un mago con la cara de vidrio, según Eduardo Liendo, un mago muy peligroso, aunque buen mago.  Entonces viendo ese espectáculo que me brindaba ese brujo, observé una discusión de altura cosa muy extraña que normalmente no sucede en su acto, vi con atención un encuentro entre un poeta y un escritor de oficio.  Los dos premiados, dignos ganadores del Nobel de literatura.  Octavio Paz y Mario Vargas llosa eran el centro y protagonistas de aquel acto de magia, 850 MHz era la frecuencia emitida seguramente, porque la calidad de aquella magia no pienso que pueda ser superada.  Estos dueños de realidades y letras discutían acaloradamente de en que época la vida en este planeta fue más plena.  Octavio, defendía con pasión que la época más feliz e intelectual y hasta más ardient

Escribir de él y soñar con él.

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Escribir de él y soñar con él.    La tranquilidad que me da el mar no me la proporciona más nada en la vida, excepto el escribir podría acotar. He escuchado en reiteradas ocasiones que se debe tener un propósito en la vida y comparto esa opinión, también he llegado a la conclusión de que no únicamente un propósito hace que la vida tenga sentido, también el compartir un sentimiento o una visión puede hacer de la vida una aventura insuperable.  Desde que tengo uso de razón mi vida ha estado ligada al mar, las personas que he tenido como referentes la lo largo de mi existencia terrenal han sido marinos de profesión y acción, desde mi tío abuelo que empezó su aventura naval como un grumete joven y valiente, para luego llegar al cabo del tiempo al grado de Contraalmirante.  Mi Padre y mi tío también compartieron esta pasión, ambos hombres de blanco, ambos Comandantes de buques, mi Padre Capitán de Navío y mi tío Capitán de Fragata respectivamente.  Mi amor por el mar se ha desarrollado de u