Es simplemente una cuestión de perspectiva.
Es simplemente una cuestión de perspectiva. Es eterno el abismo que me rodea, oscuro, exento de luz en su totalidad, mi cuerpo está a merced de la gravedad, me siento muy desorientado, siento vívidamente mi cuerpo caer de forma vertiginosa. El movimiento de mis manos y piernas se torna descontrolado, mi cuerpo cae y cae irremediablemente, sin poder evitarlo. En instantes noto que todo esto sucede mientras me observo, observo mi cuerpo caer por ese oscuro e infinito abismo, detallo mis ojos desorbitados, la expresión de terror en mi rostro que denota angustia, zozobra y desconcierto. De una manera un poco morbosa no siento tanto temor, pues no me siento parte de lo observado y sé que de alguna forma estoy a salvo al observar, cada segundo se hace eterno mientras mi cuerpo ineludiblemente cae. De pronto y sin aviso, se hace visible el fin de la sima, un suelo duro y rocoso, con piedras en forma de pirámides truncadas ennegrecidas y fracturadas, es cuando todo llegaba a su fin o por