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Mostrando las entradas de mayo, 2021

Tu mi luz, el mar y tu cuerpo

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  Tu mi luz, el mar y tu cuerpo.  Tan solo de tu alma dimana mi querer y en esa distinta estrella, siempre te leo, siempre te descubro.  Taciturno, buscando respuestas en cada grano de arena, me pregunto una y otra vez: ¿Qué verdad y bellezas, florecerán de ti, a tu sensual paso, a nuestro encuentro?  El día que desees, seré tu guardián y te defenderé hasta de ti misma llegada la ocasión.  Quizás y por alguna extraña razón, se lo digo así, se lo hago sentir, lo expreso en un rugido, se lo susurro al oído, por instantes soy un buque de guerra, soy el incomparable Mar Caribe.  Ella me ama, se entrega, así me lo hace saber con su aliento sobre el mío, cálido, fresco, lleno de acentos, de ocasos y amaneceres, con sus brazos abiertos hacia mí, brazos de algas, mareas y sal, ella me recibe fascinada.  Jamás pienses mi luz, le digo amándola como nunca, jamás pienses que tu fin será también el fin de tu Belleza, solo será el comienzo, un nuevo y hermoso comienzo. “En promedio, la salinidad del

Ser feliz es algo prodigioso

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Ser feliz es algo prodigioso.  Reconoce qué, a nadie das afecto, inclusive, ni a ti misma.  Le decía André, mirando directamente las esmeraldas que lleva en su rostro por ojos la hermosa Lexa, y luego, sin más, sus ojos azul horizonte, terminaron sumidos en un mar de lágrimas de sal. ¡No obstante, es bien conocido, que hay muchos que te amamos, a ti, mi soñada Lexa, a ti, y a más nadie!  Repetía, una y otra vez, desesperado y con rostro incrédulo. ¡Pero, hay algo que lo hace más triste aún!  Decía André.  El hecho que exista tu equivocada idea, tu loca manera de pensar, esa forma de ver el mundo, es un hecho tan frívolo y merecedor de lástima, el saber que tú no puedes amar, no amas a nadie.  Él, estaba parado frente a ella, con sus manos acariciando el viento, acariciando tímidamente la nada, con esa triste sensación en todo su cuerpo de que todo, se desvanecía entre sus manos.  Entonces y por fin, André, concluye diciendo, desbordado por el amor y la resignación: ¡En definitiva solo

Definitivamente sin miedo

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Definitivamente sin miedo. “Dile al rostro que ves al mirarte al espejo, que es tiempo para él”.    Sin temor, sin rodeos, por tu presente y futuro, dile a ese rostro que ya es tiempo de cambio.  Díselo una y otra vez como se lo dijo a gritos en aquella definitoria mañana de abril, una rosa a tus ojos, así de frente, sin parpadear, asemeja al rayo, al mar, pero jamás desistas.  El cambio es vida, es necesario y sustancial, la vida aunque le pongamos frenos se insubordina, se alza como ese milenario misterio por descifrar.  Aunque en ocasiones también y ¿por qué no? Se revela ante nosotros en pequeños destellos llenos de gracia.  La vida a través del cambio, evoluciona, divierte, como por decreto nos alivia, nos brinda hermandad, nos iguala a todos bajo un mismo cielo o simplemente ante una hermosa orquídea Cattleya. Nos pone satisfactoriamente salvos en las manos perfectas del “Divino Timonel”.  El ver orilla desde el mástil de un pequeño bote al final de una larga travesía, es el sent