Amistad a prueba del tiempo y la mortal distancia.
Amistad a prueba del tiempo y la mortal distancia. La amistad es un mar y un buque de Guerra, el mar fluye y el buque navega a través de él. Un buque definitivamente, es una isla en el mar, aunque, el mar fluye y en esa isla llamada buque, todo se hace hermandad, también florece el respeto y con él, la amatista fraterna. Entonces piensa desafiante el mar: Siempre habrá mar, no amistad, después de mi solo amistad, es decir, antes y después, lo que habrá es mar, que ola a ola hace amistad. El mar fluye y el buque forma más vínculos fraternales, la amistad disipa el tiempo y así nos libera. Es un mar que, al fluir, inventa sus acontecimientos y hace de las circunstancias, de las vivencias, un lazo indestructible, un castillo en la arena, donde la arena borra las tempestades, inclusive las marejadas y con ello, el mar borra nuestras huellas. Ahora en tierra buscamos desde la arena el mar. ¿Dónde te has ido? Como diría el poeta con apellido de sueño: “Vivimos entre olvido y memori