Solo tú decides a quien alimentar





Solo tú decides a quien alimentar.

 

El cascabeleo incesante de los cuencos que lleva como adornos atados a su cintura, todos ellos llevados al divino compás de otros más pequeños y delicados que lleva alrededor de sus tobillos.

 Aquella iluminación tenue, tierna, que las flamas de la casi extinta fogata, hacían alarde, rayaban sus ojos, los marcaban como solo sabe hacerlo el fuego, sin importar nada.

 Ese cascabeleo y las sensaciones despiertas en mí, viajan al igual que lo hace mi mirada por todo su cuerpo, por todo el océano detrás de ella, mis ojos se alimentan de todo el resto del mundo que deja la ola contra la arena, en su milenario baile.

 A dónde se irá este momento, que será de este sitio cuando ya no estés, con seguridad volverá a nacer, nacerá donde exista un hombre enamorado, una sonrisa esquiva, o un escritor apasionado.

 Nacerá a pesar de ti, de mí, de nuestro empeño de olvidar, pues todos los recuerdos, vivencias y pensamientos, son parte de nosotros como un todo y en su momento justo, serán sembrados con nuestro cuerpo.

 Es una realidad que puedes aceptar o no, es sin duda alguna una decisión, es saber donde empieza nuestra jurisdicción, cuáles son tus verdades y tus verdaderos dominios.

 Cuando te acercas a un horno, grande de barro, con sus compuertas cerradas y extiendes tus manos, sientes la radiación, el calor, no necesitas abrirlo, ni tocarlo para saber que dentro de él existe un fuego creador.

"Te pido solamente ten Fe".

 Las palabras, los pensamientos, tienen esa virtud, esa ventaja, puedes contextualizar, puedes definir, puedes enmarcar.

 El vivir en un mundo lleno de malas noticias dónde solo se realce lo grotesco, lo vulgar y esos grandes espacios mediáticos que ahora llaman redes sociales, es totalmente una decisión.

 Nuestra jurisdicción real empieza piel adentro, nuestro universo empieza piel adentro, todo lo que nos rodea son opiniones diferentes, enfoques, y sobre todo una gran inconformidad, está última alimentada por la necesidad malsana de querer adaptar todo a nosotros, a nuestros deseos a nuestro nivel.

 Detente por un minuto y piensa:

¿Cuándo fue la última vez que observaste, detallaste una rosa, un jazmín o un clavel?

 Cuando fue la última vez que te detuviste por un instante a detallar, a observar, a contextualizar tu entorno.

 Hace 2000 años, El gran Rabino de Nazaret, hijo de un humilde carpintero nos dijo:

 “Estás hecho a la imagen y semejanza de tu creador”.

 O sea, tenemos todo el derecho y la capacidad de crear nuestra realidad y nuestro mundo.

 Un poco antes, hace unos 2500 años, un príncipe Llamado Siddhārtha Gautama, El Buda, El despierto, nos dijo que el dolor es inherente al hombre, es una constante en nuestras vidas, pero que el sufrimiento es opcional.

 Cuando cierro mis ojos, aún escucho ese cascabeleo, hasta mí llegan todavía esos vientos de mar, tu boca en mi boca, todavía los bellos de mi piel, se erizan al sentir cada paso marcado de tu baile sobre la arena.

 Es mi decisión vivir así, pensar así, llenar mi mente de momentos así, pues al final del día en mi ser existen dos poderosos animales, un águila que se levanta sobre las montañas y el mar, que ve todo desde lo alto y distingue lo bueno, de lo malo, lo propio, de lo impropio, pero también existe ese feroz lobo que todo lo destruye, que siempre tiene hambre de ego, de mí, solo yo al final del día decido quien vive, solo yo decido a cuál alimentar.



Por: Luis Gonzalo Guerrero.

Comentarios

  1. Exelente escrito mi amor una vez más haciéndolo mejor.. te amo mucho

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  2. Maravilloso como siempre ...realzando la imaginación del lector ...buen texto...esperare el próximo para seguir deleitando mi imaginación..

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  3. Gracias 😁😁 que importante es tu opinión gracias!

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