Pensamiento Guerrero

  El camino de Schmidt.  Hoy en esta fecha tan especial donde celebramos el último día del calendario Gregoriano, vienen a mi mente muchas cosas entre ellas recuerdos de momentos vividos junto a mis seres amados que ya no se encuentran en este plano terrenal, esos momentos cargados de abrazos y de anhelos compartidos y de esperanzas, las mayoría disueltas en el tiempo en el transcurrir de los años.  Me pudiera sentir triste, pero ya hace mucho tiempo que decidí no sentirme así por lo menos no al escribir, creo que de allí proviene mi gran gozo al empuñar mi pluma.  Todo viene por el hecho de aceptar, la vida no es jamás como la deseamos en su totalidad y lo que entendemos por justicia o lo justo son conceptos que manejamos a nuestra discreción y conveniencia.  La vida es tal y como es y el aprender a vivirla solo depende de nuestra capacidad de adaptarnos y aceptarla y aceptarnos.  En las tragedias griegas lo podemos ver con claridad el hombre como ser único enfrentándose a todo tipo d

  Un lobo disfrazado de oveja. "Hoy es un buen día, se dice nuestro amigo". Y continúa... "De una manera extraña y diferente hoy me siento de un ánimo festivo".  Y como acto reflejo decide tratar de festejar, de relajarse.  Como cualquier mortal de esta era posmoderna, su vida se divide entre la casa y el trabajo.  No se nos hace muy difícil imaginar que unió su deseo con su rutina diaria y se dispuso a invitar a unos compañeros de trabajo a su casa a festejar un poco.  Hasta allí todo va muy bien, pues el hombre obra de manera inocente y confiada, se puede decir de él que es un buen hombre y ve en los demás un reflejo de sí mismo.  Y ese es el error, ya más a adelante me podrán entender.  El ser humano tiende a desvirtuar todo es algo instaurado en nuestro software que nos hace pasar por pendejos, con mucha facilidad.  El día sigue su curso nuestro amigo va pensando a quien invito a mi casa y se presenta ante él muchas alternativas, ve a Juanito y se dice: ¿Le digo

  Una amistad preciada y eterna.  El hecho de realizar la actividad que más me gusta y considero mi vocación de vida que no es otra que escribir, actividad que hago en total soledad, dice mucho de mí. Soy una persona que no le molesta estar solo.  Desde niño por la sencilla razón de ser hijo único, tuve la necesidad de jugar, estudiar, de distraerme sin compañía haciéndoseme muy fácil crear mundos y vivir mil aventuras en ellos.  Pero también trajo otros tipos de sentimientos, trajo una especie de desgarramiento en mí, pues también tenía la necesidad de compañía en ocasiones y de compartir mis emociones.  Entonces sucedió descubrí a mi prójimo y fue una experiencia maravillosa, las personas que fueron mis amigos en mi infancia y adolescencia marcaron mi vida, muchas de ellas siguen haciéndolo.  Y es allí donde quiero llegar, pues la amistad es una elección sobre todo a una edad adulta que se debe hacer muy bien que no todos merecen.  En esta oportunidad quiero contarles de una persona

 El león de Tula.  Si nuestra sociedad actual, no hubiese heredado la literatura como un arte formal ya hecho, depurado, completo y rico posiblemente no se hubiese dado la tarea de haberla inventado.  Es una triste realidad cada vez menos personas leen o se dedican al estudio de la literatura y las letras, el dinamismo de la sociedad actual implica un ritmo vertiginoso acelerado y compartido.  Para muchos o para la gran mayoría, saber de alguien que se sienta en soledad, en su casa o en una biblioteca redactando textos, recreándose hora tras hora escribiendo historias sin que nadie se las pida y que este no tenga ninguna certeza de que tienen algún valor o mejor dicho algún valor económico, es algo que pocos pueden entender en esta era moderna; posiblemente lo vean como un sinsentido.  Gracias a la providencia todavía existimos unos cuantos herederos de esta noble pasión, los cuales tratamos de estudiarla, reformularla y repensarla.  En esta oportunidad quiero llevar hasta ustedes uno

 La luna es el espejo del tiempo. “La luna es el espejo del tiempo”.  Hermosa metáfora escrita por un poeta persa en la edad media que 300 años después es analizada ampliamente por el célebre escritor Jorge Luis Borges, regalándonos una explicación poética y estética magistral en una de sus conferencias en 1977.  Ciertamente, es una metáfora hermosa llena y cargada de poesía que evoca momentos o sentimientos muy acordes con la existencia y da paso a pensar, a embriagarnos con nuestro reflejo, con lo finito de nuestro tiempo.  Es que la luna es una parte tan silenciosa de la sustancia que se siente como aquel monje que mira con recelo a la tierra.  Claro está, todo lo que empieza recordando a Borges termina recordando a Borges.  Por ahora llevemos nuestros sentidos a la dulce y apasionante luna llena del 24 de noviembre de 1632, no es por casualidad que la luna en esta etapa tan clara haya visto nacer una mente tan brillante.  Los indígenas norteamericanos también le llaman a esta luna

  El sabio de San Petersburgo.  Por muchos es bien conocido lo fantástica que es la ciudad de San Petersburgo, está llena de museos y cuenta con más de 200 de ellos que es un número insuperable, entre esos museos está uno muy particular que para todo escritor y amante de la literatura debe ser un lugar de peregrinaje obligatorio, este museo no es otro que el apartamento donde vivió Fiódor Dostoyevski.  Además, Cuenta con infinidad de puentes hermosos y palacios que son patrimonio de la humanidad, también se destaca por su vida cultural activa y muy rica.  Pero quisiera contarles de otro de mis enfoques, de otras épocas, compartir con ustedes otro tipo de historia que nos puede dejar un gran mensaje.  Era 1708, año de un invierno inclemente solo 5 años después de la fundación de la ciudad en 1703 por el Zar de Rusia Pedro el Grande.  La población estaba en un periodo muy tenso las nuevas costumbres no se terminaban de afianzar y las viejas costumbres no terminaban de fallecer.  Así tran