La vida está hecha de tiempo


La vida está hecha de tiempo


En este cosmos, sempiterno y generoso lleno de mitos y verdades, él siempre está presente; así, tal y como lo conocemos sin ninguna tregua, constantemente nos conjuga, nos segmenta, suele ser protagonista absoluto en todo, nos marca incesante su paso, inexorable, fuerte, sin variar en su ritmo nos envuelve, nos domina. Es esa relación numérica matemática, un segundo, luego un minuto seguido de otro, una hora, seguida de otra y así por siempre.

Cuando fijo mi mirada en las cosas pequeñas, en los detalles, suelo maravillarme profundamente; un ejemplo de esto es una hermosa y exacta clepsidra que me acompaña desde hace años en mi escritorio, siempre la observo y busco entender como el agua que juega dentro de ella conspira para limitarnos; sabiendo ella que está exenta que es totalmente libre, Pues si, ella es libre, el agua es realmente desenfrenada su existencia no se fragmenta, no se limita, ella sigue su ciclo vital, natural, una y otra vez, ella es eterna.

Como ya lo han podido intuir, mis queridos y apreciados amigos lectores, les escribo de:

"El tiempo"

Todo sin remedio nos ata a él; ese reloj en la pared, su elegante péndulo todo va a su sonoro compás. He leído qué es flexible que se puede moldear, pero esos pequeños brazos de metal posados sobre la esfera de cuarzo, de mi reloj de muñeca nunca se doblegan, ellos me indican el momento justo de alimentarme, de divertirme, el momento para leer, el instante preciso para orar. Quien diría que un alma que nació para ser expedita, realmente ante el tiempo, nunca lo es.

Pasando sus robustos brazos por encima de las ollas calientes, humeantes, extendiéndolos completamente hacia el Mar, como si quisiera tocarlo con la punta de sus dedos, así y no de otra forma es cómo todos los días abre enérgicamente, las ventanas de su cocina Artemisa, dejando salir de ese fogón ese olor a esencias, a menta, incienso y sobre todo a mandrágora, elemento primordial en sus pócimas mágicas. Su casa ubicada frente al mar sobre una loma en las costas de Marruecos, está llena de relojes de toda índole, a las paredes de su casa no se les ve el fondo, eran un reloj montado unos sobre otro, en el techo, hasta por debajo de los muebles; realmente era una escena impactante, lo más espeluznante y aterrador era que todos los relojes, sonaban en alarma al mismo tiempo cada hora con exactitud; haciendo un ruido infernal. Viéndolo bien, desde la distancia, la casa era una suerte de campamento gitano, convertido en punto de peregrinaje.

Artemisa en lo alto del terreno desde su ventana, divisa a todos los que aspiran tener la fortuna de ser su aprendiz, cosa que ninguno de los ahí presentes ha logrado aún.

Quizás confundida entre la multitud de aspirantes, se encontraba Mayerlina, una princesa de noble corazón y nobles aptitudes, que pretendía de forma desesperada el amplio conocimiento de Artemisa, en el campo de la botánica y del chamanismo.

Pero esa mañana algo fue diferente, los aires provenientes del "Mar del norte" llenaron las expectativas de Artemisa, como por capricho divino decidió elegir un asistente, por fin un aprendiz que sería el heredero de todo su conocimiento; la única condición que debía tener el aspirante para ser aceptado, era contestar correctamente unas cuantas preguntas. Se deja escuchar a Artemisa con voz ronca, muy crispada:

“¿Cuál es mi objetivo al tener tantos relojes, que estos a su vez me indiquen el paso de cada hora, una y otra vez con tan fuerte alarma y que relación guarda esto con mi gran sabiduría?”esas fueron las preguntas que dejó la hechicera en el aire, las cuales partieron el ambiente en dos, un antes y un después

Pasaron meses, años sin que nadie lograra dar con la respuesta correcta, hasta que un día sin previo aviso se presentó ante Artemisa, la dulce princesa Mayerlina, envuelta en linos blancos llena de una luz brillante, se dejaba ver su sabiduría en toda su aura, se notaba que todos sus años de meditación a los pies de la casa de la sabia no fueron en vano, ella decidida dijo en tono muy fuerte:

"Yo sé la respuesta mi señora, y es esta”

Usted tiene tantos relojes a su alrededor por qué le da su debida importancia, el sitial de honor en su vida, al tiempo; usted hace que suenen a cada hora una y otra vez, por qué al cesar la infernal alarma, usted reflexiona, se recrea en cavilar que resultado positivo o que logro significativo para su vida y su ciencia, consiguió en esa última hora; de haberlo obtenido utiliza la hora siguiente en superarse y en caso de no haber encontrado nada meritorio para su savia, ni nada que sume a su conocimiento trata de corregirlo, de superarse en la siguiente hora. Consiguiendo así no desperdiciar jamás, ni una hora de su vida, ni un día, ni una semana, ningún momento de su vida, obteniendoasí su gran sabiduría.

Artemisa responde asombrada pero contenta:

“Sí, es correcta tu respuesta, sabias palabras eres mi nueva aprendiz.

Lo único mi querida Mayerlina que nunca podrás llegar a comprender a mi lado, es por qué mi alma que nació libre, del otro lado del océano con tanta sed de aprender, tardára tanto en llegar a esta conclusión, quien diría que un alma así, que nació para ser expedita, realmente ante el tiempo, nunca lo es.

La sabiduría viene indiscutiblemente, con el tiempo, el apreciar a fondo cada instante de la vida en su justa medida, nos hace grandes. Como nos los afirmó ese gran maestro del “jeet kune do”

“Si amas la vida no puedes perder el tiempo. La vida está hecha de tiempo”.


Comentarios

  1. Waoooooo... Increíble... Quedé maravillada, necesitaba leer esto, porque de verdad debemos apreciar la vida hacer que cada minuto cuente!!! Bravisimoooooo 👏👏👏👏🥰🥰

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  2. Dicen la escritura que la sabiduría viene con el con el tiempo.. Por lo tanto dice el refrán q más sabe el diablo por viejo, que por diablo. Este texto sobrino me indica q la juventud es irreverente,desendrenada, sin temor y apresurada. Pero con el tiempo desperdiciado es q valorarnos lo q aprendemos en la Véjez, eso se llama conocimiento y eso lo da el texto.. Cada minuto cuenta en la vida. Y es por q la vida es como el reloj, jamás se detiene y si se detiene ya sabemos el final. Un abrazo sobrino cada día más poeta y más intenso los escritos.

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