Mi piel, Mis tatuajes, Mi historia
Mi piel, Mis tatuajes, Mi historia.
La piel, mi piel, las mareas, me han cuestionado tanto en cada playa, tanto, se han enfrentado a ciudades y labios que no conocen naciones, no recuerdan países, solo caricias.
Mi amiga intensa, mi Piel, mi tatuada piel, eres así tan diversa como el oleaje del mar, imprescindible, totalitaria, a través de ti, percibo el mundo tal y como es.
Dicen que el hábito no hace al monje, pero tú vistes por completo mí vida, la moldeas, yo soy lo que siento y tú me haces sensible ante todo. A veces eres muy blanca, morena o negra, es indiferente, lo importante es tu compañía a lo largo de la vida, lo que doy y lo que recibo inexorablemente a través de ti.
Adorada cómplice, el paso del tiempo te regala pliegues, surcos, en dónde no hago más que depositar mis experiencias y vivencias.
Piel, eres una suerte de extensión de mi Madre, jamás me abandonas, nunca me dejas vivir sin caricias, sin un abrazo perpetuo.
A veces pienso:
"Si no has sentido algo tan intensamente, que has tenido la necesidad imperiosa de grabarlo permanente en tu piel, posiblemente te falte algo más por vivir".
Por: Luis Gonzalo Guerrero.
Jurado Grupo Editorial.
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