Coronado con las estrellas.


 

Coronado con las estrellas.

 

 Mis ojos, sin duda necesitan ser encandilados por el sol en cada ocaso, necesitan ser deslumbrados por ti astro rey de tanto mirarte fijo, ellos se quedan quietos esperando enamorados que algo diferente pase, quizás lo que esperan es que se detenga el tiempo para así nunca más volver.

 Mis manos necesitan sentir el corte que impone el sedal cuando la presión de un pez en su santa lucha, pide a tirones su libertad, entre otras cosas definitivamente también necesito el salitre en mi rostro, en mi sangre, en mi alma.

 A través de estas líneas lo grito, te necesito a un más que antes solo tú eres mi sosiego, mi comodidad, mi refugio, mi verdadero amor.

 Así como ese gran pez, mi alma también pide a tirones su libertad, soy del agua y cuando pienso en ella se hace presente en mis ojos tan salada como tu mi gran amor.

 Es insoportable, tu ausencia solo crea desconsuelo, fracturas, amarguras, a quién quiero engañar no soy feliz distanciado de ti piélago, inmenso y magnífico.

 Ignoro tanto de ti, de tus secretos, del arte de surcarte de ese mismo arte que como mi Padre tantos otros dominaron, estudiaron y aunque ese no es mi caso, tengo algo a mi favor, mi pasión es innata, va conmigo desde el principio, es más va conmigo de siempre incluso antes del tiempo, de mi propio tiempo.

 Mar yo no te navego, entiéndanme no es así, yo me hago uno con mi buque y me deslizó sobre ti como lo solía hacer sobre el vientre de mi madre, me dejo arrullar y alimentar por ti.

 Muchos te consideran desafiante y se lanzan a ti en búsqueda de gloria, de aventuras al cruzarte, cuando tú mismo eres la gloria y la mayor de las aventuras, que claro ahora lo veo no hay nada definitivamente en tierra firme para mí, aunque no me niego a hacer orilla de cuando en cuando, solo para oler una orquídea, contemplar el galopar de un caballo árabe, degustar un buen ron y amar apasionadamente a una hermosa mujer.

 Mar, que en tus aguas he de morir, a ti te saludo y me plazco en escribirte, en soñarte, en amarte.

 No veo el día en que regrese a ti mi mar Caribe, tan cálido y apasionado como los pechos de aquella dama, que un día soñé mía y también como tú, está lejos de mí, de mis manos, de mi espíritu.

 Me aburren las fronteras, los semáforos, las sirenas de policía, todas esas profesiones que no existen en ti mar.

 Me hastía el sonido de los autos, la gente en chaqué y frac, con sus caras estiradas hablando de su elaborado Mundo, de sus buenos modales, vanagloriándose de dominar un planeta al que llaman tierra.

 Mientras tanto yo estaré a la espera de volver a ti, ese día llegará y le pondremos nombre a lo que no tiene, nos uniremos como se une la ola a la arena, sumergiré mi mano en ti pasándola sobre la borda, respiraré el mismo aire que respiran mis velas y como ellas hinchado de orgullo y amor te andaré amante, apasionado.

Ahora más que nunca me identifico con lo que dijo el escritor, teólogo, sacerdote anglicano y poeta inglés Thomas Traherne:

“Nunca habrás disfrutado del mundo correctamente hasta que el mar fluya por tus venas y hasta que estés vestido con los cielos y coronado con las estrellas”.




 Por: Luis Gonzalo Guerrero. 

 

 

 


Comentarios

  1. Hermosa nostalgia de tu Malecón nos regala tu reflexión trashumante de viajero. Como bien expresas llevas la mar desde antes de arrancar en este mundo en el vientre de tu madre y viviendo a través de tu padre la salitrosa calima del amado puerto de tu malecón nunca olvidado.
    Cuán grato leerte y encontrase trasladado a esas tranquilas aguas y regodearse en las imágenes que nos esbozas con el fino pincel de tu pluma airosa, con trazos gentiles que acarician nuestra alma y nuestros sentidos.

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  2. Gracias mi capitán! Por su gentileza de leerme, gracias mil gracias.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Solo el que ama al mar de esa manera lo puede describir con ese ahínco, pues algunos dicen respeto, otros temor ,yo digo para mi el mar es una maravillosa creación de Dios para los que le tenemos miedo como yo...solo podamos sentirnos en paz para la meditación...bello bello maravilloso texto

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