Misiva al amor



Misiva al amor

 

 Es difícil en ocasiones, entender lo que nos une a un sitio, a un recuerdo, a una pasión, pero se hace tan claro entender lo que nos ata a un adiós.

 El mar y sus misterios fue la puerta a una experiencia que no sale de mi alma y yo en lo particular, no quiero que salga. Ahora veo que es tan cierto, como duele madurar las emociones.

Quizás llegó tarde a mi vida este sentimiento antes desconocido para mí que como ningún otro ha hecho un antes y un después en mi vida.

 Cuando te vi por primera vez de inmediato noté algo extraño en ti, algo que no lograba descifrar te observaba y observaba el Mar, también observé la playa y no, no encontraba la manera de diferenciar entre ellos y tu belleza fijada en cada palmo de tu piel en ese destello brillante en tus ojos que encierra la vida, la muerte, mi alma o lo que queda de ella. 

 Esperé paciente hasta el ocaso y definitivamente me llené de más angustia por qué no podía decidir que era más hermoso, enigmático, fascinante y mágico si tus cabellos dejándose acariciar por el viento o el impresionante acto celestial. Comprendí para mi fortuna aunque ahora sea mi desgracia que eres única, tanto así como ese mismo mar que nos unió y que para mí nos va a mantener unidos para siempre.

 El estar preparado para las batallas te hace un ganador, pero la vida no siempre te deja prepararte el amor es tan pleno, precioso y lo que lo hace más atractivo aún es saber que está allí en el aire, esperando una nueva víctima. En esta oportunidad fui yo quien tomó la bocanada de ese aire, la más grande bocanada que cualquier ser humano sobre la faz de la tierra pudiera tomar sin comprenderlo me enamoré de ti.

 No es agradable reconocer en principio ni nuestros errores, ni nuestras faltas, pero hoy en esta misiva quiero reconocerlo todo, quiero reconocer que te amo que te falté por una madurez que todavía no alcanzo, pero que a tu lado estuve más cerca que nunca de obtener.

 De las derrotas también se aprende en esta he aprendido solo a amarte más. Te pido por este Mar que nos abrió las puertas a lo hermoso, a lo que se siente justo a la mitad del alma que no me olvides ahora que la distancia se hace real que la distancia se hace una batalla más, no me olvides por qué el olvido es otra forma de no existir. 

 Aunque suene un poco ingenuo no me quiero desvanecer en tus recuerdos, cómo la bruma de la ola al llegar a la orilla. 

Guárdame dentro de ti en un lugar especial en esa gruta de tus amores, de tus pasiones que en algún momento estaré listo para abrazarte de nuevo, estaré preparado para no repetir mis errores y amarte a la luz de la luna como en nuestra ibérica playa.

 Sé que la distancia que nos separa en estos momentos es solamente física, relativa y momentánea, hemos derrumbado tantos muros, tantas fronteras que es absurdo pensar que podamos separarnos, así como los 7 mares que al final son solo uno así de esta forma tan maravillosa y no de otra estaremos unidos en una sola alma, por qué siempre dónde el mar haga orilla y el ocaso se muestre ante ti estaré a tu lado, estará mi corazón junto al tuyo latiendo rítmicos, sonoros y enamorados.





Por: Luis Gonzalo Guerrero

Autor de : "Un adiós en el malecón"

Jurado Grupo Editorial. 

Comentarios

  1. Se parece mucho a la vida de Penelope, esa que pierde la memoria pero no el recuerdo de su amado ..así creo que en algún momento de nuestras vidas hemos tenido esa sensación de lejanía y de cercanía con el recuerdo de lo vivido y quien mejor que el Mar para darnos esa paz,ese or y venir de olas ,y que hacen que se lleve nuestros pensamientos y que a la vez no los entregue en cada vuelta de la orilla ...Bello texto como todo los escritos ...un abrazo

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