Übermensch



Übermensch


 Solo el mar puede con tanto, solo el mar puede con tamaña corriente.

 El pretender entender sin medir las consecuencias, es como pretender no tener castigo al ser un incendiario.

 El mar y su profundidad es el único lo suficientemente grande para recibir y recibir sin ensuciarse.

 El hombre no está capacitado para tal acto.

 Debemos medir lo que recibimos y como lo procesamos no podemos culpar a nadie por no entender, por no saber procesar conceptos que han llevado años en desarrollarse y que han tenido tantas trabas y filtros a lo largo de la historia.

 El hombre contemporáneo como tal debe verse como un puente más no como un fin en sí mismo, debe sentirse parte de un engranaje sentirse que esta ante las puertas de un gran cambio, un cambio que nos va a llevar a otras estancias a otro nivel, sin duda a otros amaneceres.

 Pensadores y filósofos entre ellos Nietzsche no posaron sus ojos ni sus tribulaciones en sus contemporáneos no, fijaron su intención en un hombre mejor para épocas venideras, posaron su mirada en un “superhombre” o en un Übermensch, termino literal en alemán.

 Cosa que a lo largo de las épocas ha sido interpretada de muchas maneras o formas algunas con beneficios para la humanidad y otras interpretaciones sin ningún sentido aparente, como ya bien sabemos y que por no hacerles eco no voy a hacer mención.

 El hombre actual como medio, como puente hacia un hombre mejor es un pensamiento que genera resistencia desde siempre, pues el ego puro y simple impide pensar que estamos aquí para vivir el proceso de cualquier cambio, tenemos la falsa premisa de que todo, pero todo es posible en el ahora.

 Excluimos el hecho de que el tiempo es el que determina y más cuando hablamos de un conjunto de sentimientos arraigados profundamente que están acompañados de conductas adquiridas y heredadas de manera biológica o por imitación que nos impiden cambiar de modo radical nuestra forma de ser.

 Se nos hace tan fácil separarnos de nuestros antepasados lejanos y recientes solo por el simple hecho de manejar todo tipo de tecnología, nos sentimos lejanos de los aparatos con cables o del hecho de cazar nuestros alimentos o de tener conocimientos de botánica, pero no podemos entender o asimilar que no es en nuestra era donde el hombre va a tener su mayor desarrollo espiritual ni moral.

 Los pensadores como Nietzsche no son de su época, no pertenecen a sus contemporáneos, son personas que sus luces se extienden en el tiempo siendo faros en una total oscuridad.

 Recordemos que nunca se está tan oscuro como cuando se está a punto de amanecer.

 Somos un puente, no somos ni el Alfa ni el Omega.

 Nuestro pensamiento y moralidad deben ser vistos para ser entendidos como ese hermoso ocaso lleno de los colores más excitantes, pero ocaso en definitiva dónde como astros debemos fallecer y dar paso a nuevos amaneceres.

 No estamos aquí para preocuparnos por lo que podemos dar, tratemos juntos de entender que somos parte de un proceso que estamos aquí en nuestro tormentoso ahora y debemos preocuparnos de no quitar, de no entorpecer lo que es inevitable un futuro de gloria para la raza humana, un futuro de superhombres dónde la ciencia, la luz, la moral y las bellas artes brillen por encima de nosotros, de lo que fue nuestro tiempo.



Por: Luis Gonzalo Guerrero.


Autor de: "Un adiós en el malecón"


En su primera feria internacional


Miami Book Fair 2021.


Miami Dade college.


Gerente de zona del Grupo Editorial Jurado Ecuador JuradoEditorialEcuador@gmail.com JuradoEditorialEcuador@gmail.com juradopublishing@yahoo.com.

https://luisgonzaloguerreroarenas.blogspot.com/?m=1




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