No creo en nudos.

 

No creo en nudos.

 El Sol, solo sale por el Este, en los equinoccios de primavera y otoño, cuando noche y día tienen la misma duración, pero siempre sale y sale para todos.

 Día a día, este milagro acontece en nuestras vidas y la mayoría de nosotros no lo tomamos en cuenta, muchos lo toman como algo tedioso y ponen en sus labios expresiones como:

“Que fastidio ya amaneció”

 Pará muchos, la vida es una verdadera complicación, un cúmulo de tareas, responsabilidades, rutinas, oficios y labores molestas que solo cumplen por el hecho de sobrevivir en un mundo injusto y maltratador.

 Quiero dejar en claro que nada de lo que expreso se basa en una verdad absoluta, ni mi labor es guiar a nadie, no soy mensajero, ni predicador, nada más lejos de mí, pero creo que si debo compartir.

 Siento una necesidad imperiosa de compartir lo que en mí ha hecho tanto bien y me ha traído tanta satisfacción.

“Todo es complicado hasta que no lo es”.

 La falsa creencia que la vida es estar eligiendo caminos, desatando nudos, brincando obstáculos es una total falacia.

 La vida es simplemente vivir, todo lo que le agregues a eso es creación de nuestra mente, de nuestra educación o de la información que puedes haber obtenido por tu entorno social, cultural o familiar.

 La vida es un cabo (cuerda, soga) totalmente estirado con ambos extremos fijos, en un extremo tenemos el nacimiento y en el otro extremo está la muerte.

 Es de destacar la gran habilidad de la mente y su eficacia en hacernos creer que un cabo con ambos extremos fijos puede anudarse, en la vida no hay nudos la vida no está anudada, es solo esa terrible sensación de inseguridad que limita.

 La información que llega a nosotros nos crea conceptos, nos limita a nuestros cinco sentidos, vemos el mundo desde un punto de vista intelectual, es decir, personal y cuadrado.

 Si por instantes no más posáramos nuestros pensamientos en lo que ignoramos y dejamos lo conocido a un lado, nuestros límites se harían uno con lo infinito.

 Por qué debemos sentirnos satisfechos con lo que conocemos, si por pura lógica sabemos que lo desconocido es más, las personas realmente exitosas y de un genio destacado no dieron sus primeros pasos en algo seguro ni conocido, tenemos como ejemplo a Leonardo da Vinci, Pitágoras, Copérnico o Benjamín franklin y enfocándonos a lo actual destacados seres humanos como Steve Jobs, Bill Gates, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg o Elon Musk.

 Si el sol no saliera el día de mañana, bastaría solo 18 horas para que todo lo que conocemos como mundo dejara de existir tal y como lo conocemos, entonces porque no celebrar cada amanecer, en que punto damos por un hecho que todo lo que sucede en la creación está en su lugar para nosotros y por ende podemos ignorarlo a discreción y no ser humildes ante lo que somos, es un principio muy mal llevado y nada que inicia mal termina bien.

 Cuando Alejandro Magno se dirigía a conquistar el Imperio persa, en el 333 a. C., tras cruzar el Helesponto, conquistó Frigia, donde le enfrentaron al reto de desatar el nudo Gordiano.

 Solucionó el problema cortándolo de un golpe con su espada, diciendo:

«Es lo mismo cortarlo que desatarlo»

 Todos tenemos esa misma espada en nuestro poder, el arte esta en afilarla, en convertir nuestro intelecto en ese bisturí capaz de decepcionar cada falso nudo en su justa dimensión.

Por: Luis Gonzalo Guerrero.

Autor de: Un adiós en el malecón.

Jurado Grupo Editorial.