La voluntad

La voluntad 

Los puertos por lo general tienen ese ambiente característico, único, están en el imaginario popular como ese sitio lleno de personas ambiciosas, sin escrúpulos dispuestos a todo por el todo, entre otros mercaderes, piratas y corsarios. Muchos los asocian al lado oscuro de la ciudad y no están muy lejos de la verdad; pero es solo una parte de la historia. En los puertos también se forman naciones, se expanden, nacen y mueren imperios, se forjan hombres con temple de acero, dispuestos a cruzar los mares, motivados por el poder de la voluntad.

《 La hora ha llegado,!Segundo ¡Leven anclas¡》

Dice el Capitán de manera sosegada y decidida

《 Leven anclas 》

Grita el Segundo y su grito recorre toda la cubierta del buque, como un viento cargado de energía, que agita las pulsaciones de la tripulación.

《!Cambio al viento¡》

Se deja escuchar el contramaestre, palmeando a un marino muy joven por su espalda, parado en la borda.

《 Hijo muévete, asegura esas líneas 》

Le dice de forma firme.

《 Desplieguen la vela de proa, Señor Guerrero al timón, señor González encárguese de las velas, señor Martínez junto a la mesana. 》

Todos a una sola voz contestamos:

《 Si, señor 》

Todavía se dejaba escuchar como un eco, las voces de los marinos repitiendo

《!Icen las velas de proa y las gavias, suelten los puños y las velas de escota!》

Todo esto se daba en la más inagotable acción, cada quien pendiente de su labor asignada, sin titubeos.

El Capitán parado a estribor en el Puente, cercano al timón, inmóvil, con ambas piernas abiertas, para compensar el movimiento del buque; todas sus órdenes han sido precisas y acatadas sin duda. Se ve calmo; pero su seño fruncido, hace notar, el compromiso de la acción tomada. Se siente que flota en el ambiente la responsabilidad de llevar esa gran cantidad de almas a la mar, solo con el juicio de sus decisiones. Su aparente quietud es solo una expresión de confianza total en su tripulación, ya que siente que cada uno de ellos son apéndices del mismo. Él siente que fluye en todo el buque como una materia Indeterminada, que a través de las manos, ojos y destrezas de todos, está ahí; omnipresente, como en el mejor de sus sueños, donde todo lo puede, donde todo sale bien.

《 Icen las gavias y juanetes 》

El Segundo, ordena:

《 Hagan girar el cabrestante, desenrollen la vela mayor 》

Ya se comenzaba a notar como el pesado buque avanza lentamente, cuando un marino avisa

《 capitán ancla asegurada 》

《 Excelente 》

Dice el Capitán y seguido exclama:

《 ¿qué pasa? 》

《 La Junta enredó la escota señor, No se desamarran 》

《 No hay suficiente vela 》

Dice el capitán, cuando pasado solo minutos, llega las noticias esperadas.

《 Listo mi capitán desamarradas las juntas 》

Dice el marino y el Capitán de inmediato reacciona.

《 Abajo las velas, tiren 2 y 6, aseguren 1 y 3 para compensar el curso, aseguren líneas; buen trabajo muchachos. Segundo queda al mando 》

Y así se retiró pausadamente el Capitán a su camarote, satisfecho de las maniobras, con la nave puesta en curso y orgulloso una vez más de su tripulación.

Todo se resume en el deseo, en el albedrio, afán y las ganas de lograr lo que emprendas. 

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad” – Albert Einstein, físico