La voz romántica de Carabobo


La voz romántica de Carabobo


Soy una persona de primeras impresiones, no sé si es un defecto o una virtud en realidad, eso da igual, pero cuando observo a alguien por primera vez y logro coincidir en términos, aptitudes y metas con ella, eso genera en mí un sentimiento real que da paso siempre a una gran amistad y por lo general también me despierta una profunda admiración. 

Los nexos familiares traen todo tipo de circunstancias a veces de conflicto y por lo regular de alegrías, en este caso trajo una mujer en el más amplio y estricto sentido de la palabra.

Al verla ahí sentada frente a la mesa de su cocina convertida en oficina por momentos, sumergida en un centenar de papeles, numerosas anotaciones y rodeada de su fuerza de trabajo, su familia, de otras personas que yo no conocía que quizás eran sus compañeros, sus subordinados o como quieran llamarlos, ellos trabajando y ella delegando haciendo de una labor tediosa algo rítmico, consonante y armonioso. 

Fue ahí cuando tuve la impresión que buscaba en ese preciso momento cuando vi en sus movimientos, en su manera de afrontar a un mismo tiempo sus labores como madre, esposa y empresaria que me dije algo muy especial se oculta detrás de esas gafas de aumento y su improvisada cola de caballo. 

Yo lo sabía tenía la plena convicción que había algo más, es que tenía que haberlo y tenía que saberlo, ese algo más, encerraba luz, espíritu, fuego, pasión y disciplina en el pasado de esta dama lo deduje en sus movimientos cuando de manera ocurrente se daba a entender a través de ejemplos y en dos segundos montaba una escena con movimientos histriónicos de alta factura, entonces no pude más con la curiosidad y como poseído fui indagando, preguntando sin ser directo con la distancia elegante del recién conocido, pero mis venas imprudentes de escritor ardían en interrogantes, pues los destellos de brillantez se escapaban por docenas a su paso en todo su andar. 

Ya entrada un poco más la tarde de esas maravillosas tardes y noches que nos regaló la ciudad de Valencia en esos días de otrora, los cuales lastimosamente sé que no volverán, fue entonces cuando ella María torres, fue descubriéndose como persona ante mí, maravillado escuché de su voz parte de su historia fabulosa, historia que no se ha terminado de escribir tan solo atiné en una sola pregunta y no fueron necesarias más con esa pregunta se abrió un mundo antes de ella ahora nuestro.

Pregunté de forma cariñosa:

¿Tía, háblame de tu pasado, de tu historia háblame de tus reminiscencias?

Lo hice definitivamente, hice la pregunta con toda intención, pues sabía que era un mundo con mil puertas que se abrirían y me dispuse a escuchar con un buen trago de poesía líquida en mis manos, atento expectante, y así sin más contestó:

¡Que preguntas las tuyas! de mis reminiscencias sobrino, me llega una frase de un gran músico y excelente maestro, Don Tomás Morillo:

“No los veas a los ojos, mira por encima de su cabeza, pero con la convicción de que los estás mirando”.

Con qué... ¡Cantante! Exclamé con voz muy suave para no distraerla.

Pues si y te confieso que en principio fue muy difícil, asustada como cualquier animalito desprotegido ante un monstruo llamado público… Así empieza mi camino por este mundo tan divino o tan sucio, depende del lado en que tú quieras estar.

 Y ahí la tenía, tenía la respuesta que esperaba y que satisfacía mis expectativas, ella era artista, cantante, músico no me detuve como mejor pude la invité a seguir en su relato.

Continúa por favor, acoté.

Recuerdo sobrino como si fuese ayer, mi primera actuación en ese club tan grandioso y grande como su tarima en ese momento clave le dije a mi maestro musical:

“No sé entrar en la canción, no sé cuál es el arpegio”

Y solo me dijo con una voz suave, como la de un padre:

"Solo me vas a ver a mí, y yo te diré con un tono de mi bajo". ¡Ahora!..

Y así lo hacía cada vez en cada una de mis presentaciones. 

Que interesante "chepina" así le dije a riesgo de sonar merecedor de su confianza, pues ya la conversación daba pie para tutearnos y sabía de antemano que ese era su sobrenombre familiar y lo utilicé deliberadamente. 

Continúa por favor, Insistí.

Claro no hay problema sobrino te cuento que por esa época mi maestro hacia todo por guiarme, por sacar lo mejor de mí inclusive te comento que recuerdo vívidamente cuando me dijo:

"Mañana vamos a ir a la casa de los Casadiegos, allí vamos a ensayar para enseñarte como es un tono en menor, en mayor, y cuando sea el llamado a tu entrada en la canción'. Yo lo creía fácil, ¡pues no!

¿Por qué? pregunté.

Hijo es un camino muy diferente al cual yo transitaba desde niña, yo hacía música de oído, de corazón, sin saber de entonación, o modulación… Y eso es la música un sube y baja, un resbalín, una cascada, donde tú das la melodía apropiada. 

Y sus ojos brillaban, mientras sus manos volvían al lugar correcto sus gafas de forma muy delicada; hubo un pequeño silencio y sin aviso rompe una vez más su voz diciendo:

Precisamente el mundo de la música es algo muy precioso el cual se debe respetar y disfrutar, uno dice cantar, vaya, pero no es tan fácil, también uno se dice, lo voy a hacer como cuando niña que mi papá agarraba la guitarra y me decía “mamito” esta es la canción que vamos a cantar y yo solo cantaba a su manera, a su semejanza, canciones de Julio Jaramillo, canciones de lamento, de dolor. 

!No puedo evitarlo esto me trae tantos recuerdos¡

Lo sé tía, le dije y asenté con mi cabeza sin mencionar más palabra, se veía en su expresión la pasión que hacía mover los más profundos cimientos de su ser.

Y así ella continúo.

Yo disfrutaba mucho de esos momentos especiales con mi padre interpretando canciones de tan alta jerarquía, sin entender por qué ese señor sufría tanto, pero lo interpretaba una y otra vez por que me gustaba cantar… 7 años tenía cuando se despertó en mí esta arrolladora pasión. 

Con ese tipo de canciones ya te podrás imaginar sobrino, por qué me bautizaron como:

 “La voz romántica de Carabobo”.

Que bonita y reveladora conversación de las mejores que he tenido debo confesarlo, siempre es hermoso conocer las motivaciones y pasiones que envuelven el alma de un ser querido, saber que ese hilo conductor existe, es real que el universo siempre conspira para poner personas maravillosas en nuestro camino y si por azar o por razones que solo conoce el destino están entre los seres de tu entorno, realmente es un placer.


Por: Luis Gonzalo Guerrero.


Autor de Un adiós en el malecón. 


Jurado Grupo Editorial. 

Comentarios

  1. Que bello sobrino, lágrimas en mis ojos, pues escrito por ti, uno va a su pasado como si estuviera en una máquina del tiempo.. Gracias por tomar un minuto de tu maravilloso y ajetreado tiempo, para escribir de mi vida musical... La voz romántica de Carabobo.. En algún momento rengo la esperanza de que sea así, cantare de nuevo para ustedes,, para el público más selectivo y maravilloso que es la familia... Dios te bendiga por la musa q llega a ti.. Brindaré hoy con una copa de un buen vino y canciones de mi querida Dennys del Río. Para saber q aun la música sigue en mi.. Saludos sobrino..

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  2. Siempre seguirá en ti, gracias por apoyarme con tus vivencias en este nuestro escrito besos y abrazos a la distancia

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  3. Excelente descripción de y comentario de las voz romántica de Carabobo, y también llamada inicialmente en sus pininos en la canta criolla que fue donde se dio a conocer como la princesita del llano,lo de princesita ya lo puedes deducir al conocerla, y de la cual conozco toda su trayectoria la cual apollamos junto con mi suegra y mi esposa hermosos momentos que jamás se podrán olvidar, un abrazo yerno y a mi cuñada y comadre Chepina

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    1. Saludos muchísimas gracias! Un fuerte abrazo a la suegra igual

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