¡Es un don!



¡Es un don!


Espero me disculpen con esto que quiero expresar y si su susceptibilidad está a flor de piel, discúlpenme mucho más aún. El tiempo me ha hecho evaluar algunas cosas, me ha hecho ver esas cosas desde otras perspectivas, he dejado muchas aptitudes atrás que considero que no me traen ningún provecho, ni ningún placer, una de esas tantas que he dejado atrás que sinceramente no va conmigo, es la falsa modestia. Es absurdo a mí forma de ver las cosas no disfrutar de nuestros logros, no conversar abiertamente de nuestros triunfos, victorias, de nuestras destrezas en ciertas y determinadas áreas, de nuestras virtudes, no compartir nuestras habilidades, no poder conversar libremente de algo en la cual te sientes cómodo. No creo en el hecho de ganar benevolencia dejando de admitir o dejando de expresar nuestros dones y nuestras condiciones de excelencia para determinados rubros.

El Arquitecto Perfecto, el que unifica y coordina todo en el universo, ha tenido a bien darme un don, por qué así lo considero un don divino y así lo siento, que es el de tener la mejor de las venturas con las damas, si lo digo con total sinceridad y franqueza, soy un afortunado con las damas no sé por qué razón en particular, pero me siento muy conforme con mi dinámica en el tema. Debo sentirme agraciado pues todas las mujeres benditas, que han estado en mi vida, han tenido la cualidad de ver lo que yo considero mis más grandes faltas físicas, mis torpezas, como curiosidades, ósea mejor dicho, soy exitoso con las mujeres curiosas. Paso a explicarme.

El vértigo que causa el tráfico matinal, asunto presente en toda ciudad de esta era posmoderna es algo descontrolado, es más fácil convertirse en una medusa; animal muy curioso este, por qué no tiene ni cerebro, ni sistema nervioso, pero sí 24 ojos situados alrededor de su cuerpo. De esta manera un poco sin cerebro y un poco sin sistema nervioso, pero con mis 24 ojos bien abiertos, pretendo cruzar la Av. Quito, de la ciudad de Guayaquil, a las 8 de la mañana. La Avenida Quito es la principal arteria vial de circulación automotriz de la ciudad de Guayaquil. En esta avenida, los automóviles transitan en un sentido sur-norte. Torpemente intento cruzar quizás algo distraído, cuando estando en plena avenida el semáforo cambia, cómo es de esperarse los carros avanzan como toros de Miura hacia mí, me quedé inmóvil, justo frente a mí frena un vehículo negro muy lujoso, Mercedes Benz clase E, con una pelirroja asombrosa al volante. La miro, ella a mí, sé exactamente lo que ella estaba detallando, mi rostro con una expresión entre asombro y terror. Por su belleza y mi desconcierto por la situación me hice a un lado, entre sonidos de bocinas e insultos a mi difunta madre; quedé a un costado del Mercedes Benz, del lado del co-piloto para ser exacto. Ella hermosa, vestida con las más finas telas que caían sobre su cuerpo como solo la buena ropa sabe hacerlo, baja la ventanilla de su coche y me dice: "Moreno sube estás en el medio de la calle es muy peligroso", sin pensarlo subí, la fascinante pelirroja muy cortés y hermosa me llevo 5 cuadras más adelante, en un sitio seguro a su parecer. En el trayecto de esas 5 maravillosas cuadras, me preguntó de dónde yo era y a qué me dedicaba, pensé mucho mi respuesta cómo es de esperarse; pero lo dije y lo dije sin reparos, soy de un país del norte de este continente llamado Venezuela, escribo en ocasiones, soy un verdadero aficionado a ello y no hallo la manera de dejar de serlo. Ella sonríe de esa forma que no debería ser legal y me dice: 

"Me sorprendes".

Y como un rayo llegó a mi mente la frase de Joseph Joubert y le dije con voz muy suave pero profunda:

 "Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira". 

Te invito que en tus tiempos libres puedas leerme un poco y sus ojos brillaron como brillan las flamas en la penumbra, me dijo con una expresión en su cara de picardía: 

"Entonces lo haré con mucha frecuencia pues para el placer tengo mucho tiempo libre". 

Sentí que mi momento llego una vez más, la magia una vez más se hizo. No me culpen, ni me odien es simple, es un don y esta exquisita pelirroja resulto ser una mujer muy curiosa.





Comentarios

  1. Muy bueno, especialmente lo de la falsa modestia es total, llegó el momento de brillar y acabar con la hegemonía de la mediocridad! ☺🖤❤💋💋

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  2. Crei que Guayaquil ,no era como el tentaculo de el pulpo,ni como la araña en venezuela ,pense que era mas lineal .Pero me imagino que eso le debe pasar a todo el q migra a un pais ,dificil de adaptarse ,aqui en chile los que somos conductores es complicado ,hay calles q en la mañana van hacia el norte jjaa y en las tardes hacia el.sur pero gracias a Dios la peliroja no se aprovecho en usar su vocabulario sensual y decir sutilmente ,torpe vas contrario a mi auto ...Pero no se trata de educacion o torpesa ,se trata que las mujeres somos mas inteligentes y con menos fuerza y si por equivocacion se nos sale la clase a ustedes se les sale el toro de Miura, alli al embestir hacia el fragil cuerpo de la peliroja se acaba la modestia ,la fragilidad y la atraccion .asi q de ahora en adelante como medusa con 7 cabezas para saber hacia donde vamos ..saludos sobrino

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