Connubio de cisnes



Connubio de cisnes 

 

 El amor pone en evidencia lo divino en nosotros los seres pensantes, reafirma de una forma tan marcada el alma que es imposible no sensibilizarse ante él. Rasga capa a capa la existencia y coloca hermosos bosques de frondosos Cedros intercalados por enormes Ceibos, dónde antes solo había desierto y arena. Realmente puedo sentir que lo he vivido, lo he degustado, quizás no el suficiente, es así, jamás ni nunca es suficiente del amor, siempre queremos más y más.

 Lo que ahora en estas épocas de desenfreno y modernidad no actualizada; para mi gusto, se piensa de lo que comúnmente llamamos Matrimonio, no está basado en una expectativa positiva, porque en realidad cuando escuchamos esta palabra “Matrimonio” en la actualidad se piensa de inmediato en un error garrafal que se está a punto de cometer, lo llamamos algo fuera de era, de tiempo, disonante, áspero y otros apelativos grotescos sin sentido o por lo menos si algún sentido tienen, es muy escaso, frágil, ínfimo, imperceptible.

 Yo les quiero narrar algo distinto les traigo buenas noticias.

 Si alguna vez algo nació en la más fina cuna, fue el acto de amor y fe que se gesta en el divino momento en que dos almas deciden, en decisión libre y meditada unirse, entrelazarse, ante Dios y ante una sociedad que por su propia naturaleza oprime y segrega. No entiendo todavía el interés de una sociedad, en acabar, en exterminar y poner fuera de tiempo o juego, a instituciones tan nobles como el matrimonio. Nada está exento del fantasma del fracaso, pero las personas de éxito no están hechas para la derrota; es está la diferencia que hoy pone nuestra atención en dos almas, dos almas que aunque distintas en origen, estaban destinadas al acto más enorme de la vida, la gran proeza del amor. Es increíble cuando el destino toma el timón de nuestras vidas, es como ver a Dios trabajando en AutoCAD, es algo sublime.

 Un día conoces a alguien de una manera ordinaria:

“Hola qué tal soy Pablo” ¿cómo te va?

 Y en dulce gesto de misericordia ella responde:

“Bien gracias por preguntar, soy Camila”

 Entonces como un rayo nace el amor, nace la historia que estamos celebrando, festejando, una historia de amor como pocas, pero entre las conocidas por mí, puedo decir que es una de las más hermosas. Por qué no importó, si él era de la Argentina, no importó si ella era de Chile; los besos borraron definitivamente las fronteras, las caricias borraron los modismos y los acentos tan marcados y divinos de sus tierras natales, se unieron en un solo lenguaje, en ese inconfundible lenguaje del amor.

 Quiero expresar al igual que ustedes que yo también tengo un pacto con el amor. Sé lo importante de su unión, también sé que representa lo basto de lo bueno, lo abundante de lo hermoso, el tesoro de lo divino, lo alcanzable que es la felicidad y lo próxima que está a nosotros, este acto de fe y de amor es también el cierre de un ciclo que da comienzo a otro, uno más hermoso.

 Aunque ya no esté más allí en presencia física en su hogar, el cual cuidé y honré como mío, quiero expresar por lo que viví en su entorno junto a ustedes, algo que es indudable, ese afecto por mí y mi tierra que me lo corroboro sus risas al comer arepas, el gusto de Pablo por las de carne mechada y el gusto de Camila, como no acordarme de su exquisito y monárquico gusto por la Reina Pepiada, eso me da un cierto derecho, me lo otorgo, me da el derecho de celebrarlo, de disfrutar junto a ustedes de su día, el esperado día de su Matrimonio. Dios bendiga su unión sempiternamente.


Por: Luis Gonzalo Guerrero


Gerente de zona del Grupo Editorial Jurado Ecuador JuradoEditorialEcuador@gmail.com JuradoEditorialEcuador@gmail.com juradopublishing@yahoo.




Comentarios

  1. Esta de mas decirte que es una belleza este escrito,y que nunca dudaré,que si hay alguien en quien apoyarse para un escrito ,una vivencia eso eres tú..gran escritor y de una gallardura en su imaginacion...un abrazo

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  2. Querido sobrino .solo me haces recapacitar en cada tema.el amor como en un párrafo haces referencia es como la fé. Y la fe es la sertesa que existe aunque no se vea físicamente.y el amor presentado en qualquiera de sus formas sigue siendo tan efímero y vulnerable que hay que tener fé. Para creer en en el amor

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