NO AL ABORTO

NO AL ABORTO

 

 Existen temas en los cuales es muy difícil ponerse de acuerdo, uno de ellos es la insistencia del hombre como animal superior, dotado de la razón, en querer someter todo a su antojo, incluyendo a la naturaleza.

 La modernidad nos ha traído muchos vicios, conductas reprochables y falsas creencias, pero lo peor de todo es nuestro desapego a lo básico, cada día nos alejamos más de lo fundamental, de la base.

 Queremos normalizar todo, controlar todo, ahora está de nuevo sobre el tapete el tema del aborto por la ley aprobada en la Argentina, lo que me lleva a reflexionar.

 Es un tema el cual no me da ningún placer escribir, pero como lo tengo enfrente no me queda de otra que expresarme.

¡No y mil veces no!

 Jamás estaré de acuerdo y si usted, el que por generosidad me lee, si está de acuerdo, se lo respeto profundamente. Entonces partiendo de este punto continuemos.

 Nada puede tener buen término si su inicio reposa sobre la muerte, nuestro norte, nuestro faro que debe guiar nuestras acciones en todo ámbito debe ser la vida.

 Me hablan en repetidas oportunidades de casos puntuales dónde la práctica del aborto es justificado, casos de extrema violencia y de trasgreciones sexuales abominables, los cuales son intolerables. También me dicen de forma desafiante y altanera, que el producto de esos casos o sus consecuencias deben ser eliminados para alivio de la víctima y de una sociedad reguladora, pues yo no estoy de acuerdo y es mi opinión; para nada humilde.

 En todo momento la vida nos pone en encrucijadas y eso será una constante, no podemos evitarlas por completo, de esos momentos difíciles es donde debe salir la diferencia, el matar, eliminar o suspender la vida de un ser jamás será la respuesta, de hecho para mí solo lo agrava.

 Hablan del control de la natalidad, para evitar sobre población de los estratos más bajos de la sociedad, que nadie necesita más malandros, ni aumentar la cantidad de pobres y malnacidos, pero...

¿Quién hace más daño?

¿La gente pobre? O la pequeña cúpula gobernante de países como Venezuela. 

¿Por qué nadie piensa o propone pena de muerte para los gobernantes corruptos o administradores corruptos de las arcas públicas?

¿Qué tan celebre o revolucionaria puede ser una ley, emanada de un congreso y un país que lleva nuevamente al poder, a una ladrona, asesina y larva parasitaria, como Cristina de Kirchner?

¿Qué califica a esos señores para poder regular lo más sabio, exquisito y perfecto que existe, como lo es la naturaleza?

¿Quién son estos políticos?

 Ellos todos que viven para robar, complacer y dejarse complacer por el mejor postor. 

 Ser modernos no es ser asesino. Desde la época de Moisés se trató de normalizar las reglas de juego y pienso que en esos Diez Mandamientos, se encierra todo lo que enmarca un buen vivir.

 Uno de esos mandamientos reza: 

¡No Matarás!

 Sin poner esos casos puntuales o excepciones en discusión, el hecho de suspender una vida no soluciona nada, por qué la naturaleza del hombre lamentablemente no ha cambiado, ni cambiará. Debemos entender que siempre el hombre violará, realizará incesto, abusará, robará, pero...

¿Por qué se debe sacar de la ecuación de la vida al inocente?

 Pocos son los que piden con vehemencia la pena de muerte para los violadores. Hablan de castración quirúrgica o cualquier otra cosa, pues les tengo una noticia, los políticos no quieren matar votantes y los votantes no quieren que aprueben leyes las cuales los puedan afectar.

 Es muy fácil aprobar leyes y apoyarlas cuando sabemos que no nos tocan directamente, por que ya nacimos, ya estamos aquí y eso no es conmigo.

 En cambio él ser tajantes y pedir muerte para políticos corruptos y violadores o para cualquier manifestación de lo peor del ser humano, es algo visto como Antihumano y medieval.

 Y es lógico, por qué si sabemos y estamos claros que eso nos incluye, nos toca, de inmediato no nos interesa, es simple sabemos que todos estamos expuestos a ese castigo.

 Si analizamos y nos preguntamos: 

¿Para quién están hechas las cárceles? 

 Nuestra respuesta no será: 

 Para los animales, tampoco se dirá para las plantas o los peces.

 Amigos, están hechas para los hombres, para los seres humanos, de allí que ninguno de nosotros este libre de estar en alguna de ellas. 

¿Entonces que hacemos como seres pensantes?

 Tratamos de hacerlas cómodas, con todos los servicios, tratamos de instituir penas cómodas y cumplibles.

 Por que no podemos tener esa misma empatía, moderación y humildad, con un ser que no ha hecho nada, que es inocente, sin pecado alguno.

 Siempre nuestra reacción ante los problemas es la salida fácil, hay que entender, que así como existen historias tristes y dramáticas en torno a embarazos no deseados, también existen miles de historias de adopciones exitosas.

  Lo que nos falta es dar más de nosotros y dejar el egoísmo aparte, el tiempo de las soluciones fáciles se acabó hace mucho, si queremos cambiar este mundo no partamos de algo que tenemos por seguro como la muerte, abramos paso a la vida, respetémosla desde su inicio y tendremos lo que con tanto anhelo esperamos, un mejor planeta.

Por: Luis Gonzalo Guerrero.