Mí alma, el Mar y la libertad


 

Mí alma, el Mar y la libertad


Para mí es tan simple como cerrar los ojos; Sí, cierro los ojos y dejo que mis pensamientos me lleven a ti, a ese preciso instante en que en forma de diminutas gotas de Mar colisionas con mi rostro, a ese instante tan real como cuando respiro y el aroma a algas y moluscos frescos impregnan todo. Una mano en la borda, otra en mi sedal de pesca, mi fe puesta en mi timonel y en un benevolente Dios. Rezo y me siento parte de ti, de tu creación de tu rebaño, olvido si estoy lejos o cerca. He tratado de explicarlo, pero en el Mar no siento temor jamás, si algo se sale de lugar es mi insistencia en no volver, pues me siento sobre todo y ante todo libre. Reafirmo siempre ante nuestro encuentro que somos más que huesos y carne, que el determinismo tiene límites, que nada se basa en lo absoluto, que no somos simples piezas en un sistema terrenal matemático, totalmente lógico, me convenzo y doy por un hecho que tanto en este mundo como en los seres humanos, coexiste junto con nuestra existencia material empírica, otro nivel de realidad supra empírica, un mundo sobrenatural y espiritual en el cual la libertad tiene total presencia.

¿Cuántos días han pasado desde que estoy así? 

Se pregunta una y otra vez Jonathan, se lo pregunta por qué siente un vacío dentro de sí, un vacío que no llena lo que él considera una buena vida, tampoco su trabajo, ni su entorno, ni nada. Se lo comenta de una manera enérgica hasta desesperada a su compañero de trabajo Raúl, le dice sin pelos en la lengua: 

Amigo no me siento libre 

Raúl contesta: ¿por qué?

No sé, cumplo con mis obligaciones, tengo solvencia económica, voy a mis servicios religiosos habitualmente, pero mi ser y mi día a día no van en sintonía, todo lo hago en forma automática. Me despierta mi celular, desayuno en mi vehículo camino al trabajo, escucho las noticias mientras surco el tráfico matinal, diálogo con mis amistades en el ascensor al llegar al trabajo, pues mi círculo de amistades son solo de este medio, el laboral; te confieso amigo no sé que hacer, soy una persona amante de las leyes y la moral, tengo fe en Dios, pero me siento perdido. Raúl un hombre un poco más experimentado se nota en calma ante la afirmación de su amigo no se inmuta, quizás su calma no es más que el saber lo que en realidad le sucede a su amigo, él sabe que es algo muy común en nuestros días y le dice: 

Jonathan amigo, lo que dices no es cierto pues todo lo que piensas que te rodea o te limita no tiene que ver con la libertad, la moral y el derecho no se aplican si no hay libertad, tu dinámica, tus huesos y tus carnes, no son lo que te definen, ese vacío que tú crees tener por dentro no es tal cosa, 

tú estás lleno de un todo, de todo lo que necesitas; tu error es pensar que tú estas en esta vida para ser parte de un sistema, ser pieza de un engranaje, nada más banal, tu error está en no detenerte, en no ver dentro de ti que es el sitio donde nadie puede quitarte nada, donde todo lo puedes, donde el tiempo y el espacio son relativos. Estás hecho de polvo de estrellas y sin duda estas en expansión hacia al cosmos. Dime como no te has de sentir satisfecho si solo te basta con cerrar los ojos y volar, verás que lo único que impera en ti es la totalidad, que lo que recorre todos los puntos cardinales de tu alma, es la mayor y absoluta libertad.


Comentarios

  1. Respeto el mar,y sus misterios ,respeto a los marinos ,navieros ,pesqueros. El mar es maravilloso ,pero manteniendo el respeto ..yo podria pasar horas sentada escuchando su oleaje,uno de los sonidos mas maravillosos para meditar.otro gran escrito y como siempre llevando a la visualizacion del contenido ...mil bendiciones

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