Volver a él una y otra vez.
Volver a él una y otra vez. Entre las muchas oportunidades que me ha dado la vida de disfrutar mi gran pasión por el Mar, una de ellas fue ser dueño de una pequeña embarcación pesquera de tipo artesanal. Desde su puente experimenté de primera mano lo que era la responsabilidad en las aguas y el compromiso con una tripulación. Quisiera describirla y paso a darles sus características para poder explicarme mejor en mi relato. Mi pequeña dama del mar, era una embarcación pesquera de madera de tipo tradicional del oriente del país, dotada de los equipos correspondientes para este fin, poseía una cava con capacidad para cinco toneladas, tenía de Eslora 14,96 M, su Manga 4.36 M, Puntal 1.78 M. Propulsada por 645 HP, producidos generosamente por un motor Japonés de una reconocida marca comercial; también disponía de equipos electrónicos, Radar, GPS, Sonda de profundidad, VHF y un camarote que podía albergar ocho tripulantes. Su casco estaba hecho casi en su totalidad de madera, su construc