Exiliados y Matones

Exiliados y Matones

En tan solo 800 palabras el célebre Novelista y político Venezolano Arturo Uslar Pietri, autor de destacados libros como: Lanzas Coloradas, La isla de Robinson, El camino de el Dorado, entre otros, en un su artículo de prensa de 1936 titulado “Sembrar el Petróleo”, nos dejó claro que la existencia del petróleo como fuente energética era finita, que debíamos utilizar los recursos provenientes del petróleo en la agricultura, ya que era una actividad más Republicana y que exaltaba las conductas nobles del trabajo.

El problema de la dependencia Petrolera en la economía Venezolana como podemos ver es de vieja data, nuestro país nunca supero dicha dependencia, los recursos derivados del petróleo jamás se utilizaron de manera adecuada.

El primero de enero de 1976 fue fundada Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA)

Fue creada por decreto Presidencial bajo el primer mandato de Carlos Andrés Pérez, como parte de la política de Nacionalización de nuestra industria petrolera, esta empresa nacional figuro entre las 39 empresas más grandes del mundo, esto se basa en sus grandes ingresos, en su momento los gobiernos de turno invirtieron esos recursos en diversas áreas, Para bien o para mal.

¿Que paso con nuestra industria petrolera?

Esta pregunta no las hacemos todos los Venezolanos, acompañada de muchas otras.

Con la llegada del ahora difunto "Hugo Rafael Chávez frías", el 2 de enero de 1999 a la Presidencia de la República, que en mi opinión muy personal fue un día oscuro, fatídico, en la historia contemporánea de Venezuela, empezó la debacle de todo como lo conocíamos.

Yo como Venezolano de a pie culpo a este sujeto, que muchos orates llaman: “Comandante Supremo”, cosa que me parece risible por que si algo tenía de supremo este individuo, era la ignorancia, el resentimiento, la mala educación y la chabacanería, lo culpo de la destrucción de nuestra industria Petrolera y puedo ir más allá, lo culpo de la destrucción de uno de los países más ricos de la región, como lo es Venezuela.

Este chocarrero de medio pelo en su empeño de destrucción, poso su mirada en esta portentosa industria, como el buitre a su presa.

En su momento el barril de petróleo venezolano tenía un valor nominal de 16.04 dólares el barril, valor que se fue incrementando hasta llegar a un precio exorbitante de 129.54 dólares para el 2008.

Este afluente de dinero fue foco de atracción para la tristemente célebre Revolución Bolivariana, que no dudo en poner sus garras en nuestra industria Petrolera de forma inmediata.

La destrucción de la misma fue de manera rápida, se le intervino en todos los niveles con el único fin de saquearla y utilizarla como caja chica del gobierno, para su maquinaria política y planes populistas, por supuesto que el tema de la corrupción imperaba, ninguno de estos desalmados participante de este desmembramiento, quería quedarse sin su rodaja del pastel.

La devastación fue sistemática, primero minando la industria con personal no calificado poniendo al más bajo nivel la meritocracia dentro de sus filas, los activos de la misma eran utilizados a discreción por estos nuevos pseudo gerentes de poca monta, utilizando los aviones y regalando los recursos de la compañía sin medir ninguna consecuencia.

El 7 de abril del 2002 el difunto (enhorabuena) Chávez, en cadena Nacional bota a la alta gerencia de petróleos de Venezuela con un pito, cual arbitro de futbol, hecho que en mi opinión termino de hundir a la industria, pues estos gerentes eran los mandos naturales de ella se habían formado en su cimiento, tenían la preparación y los estudios acordes para asumir sus altas funciones.

La consecuencia de todos estos hechos la vivimos todos los Venezolanos hasta la actualidad, la crisis en materia energética se va incrementando cada día más y más, nuestro país no tiene combustible, no tiene un suministro de luz eléctrica estable, tenemos que comprar gasolina a países aliados de la tiranía.

Todo este desastre ha llevado a Venezuela país hermoso, lleno de gente capaz, trabajadora y amable, quedara en manos de personas de reputación dudosa (Matones), que nuestros mejores activos intelectuales tuvieran que verse en la difícil situación de una migración forzosa, que tantos compatriotas valiosos cruzaran las fronteras a pie, en busca de un destino mejor.

Hay que dar la batalla tenemos que poner nuestro mejor empeño en devolver a nuestro hermoso país, a su sendero, no es justo ni posible que la tierra de Francisco de Miranda, la cuna de Teresa Carreño, Emilio Boggio, Rafael Urdaneta, quede en los anales del tiempo, como una tierra de "Exiliados y Matones".