Ocaso en Juangriego





Ocaso en Juan Griego



Todos tenemos un lugar especial, ese lugar que te lleva a lo más alto; pero si ese lugar de entrada te recibe con unos enormes "Senos", si como lo lee, unos gigantescos senos.

Te atrapa sin remedio.

Así es la forma que se aprecia en una de las cadenas montañosas de mi lugar favorito. Esta vista es obligada al llegar por Mar y es frecuente en el ferry oír los gritos de los niños a sus padres "Las Tetas de Maria Guevara". Ya es común para ustedes mis queridos amigos y apreciados lectores mi fascinación por el Mar, es un tema recurrente en mí; pero como no serlo si su presencia en mi memoria es permanente. Es una fortuna vivir cerca de él y yo he tenido esa suerte la mayor parte de mi vida. Quiero contarles de una tierra bendita por el Perfecto Timonel; es tierra de sueños y esperanza, tuve la fortuna de vivir en ella durante años.

Mi Madre descansa entre su arena cálida.

Tierra de valientes pescadores, aguerridos, que dan el todo por el todo, que se sienten más cómodos en la Mar que en suelo firme. El carite, el pargo rojo, el peto, el pez espada, el cazón, la sardina, la cabaña negra y blanca, la pata de cabra, la ostra, las perlas, entre otros muchos frutos del Mar hacen de esta tierra oriental un paraíso aquí en nuestro continente. Por mil y una razón su devoción hacia la Virgen del valle es un vínculo que viene marcado en el ADN de todos los nacidos en ella.

La Virgen es su Patrona, la Reina, la bendita entre todas las mujeres.

Debo confesarles que yo nunca fui un creyente convencido de estas expresiones de fe, pero al vivir allá me convertí en un hijo más de esta Virgen hermosa y nunca he perdido mi fe en ella, le rezo, le pido y me da. Ella es mi patrona y a ella me encomiendo siempre en toda oportunidad. En sus playas conocí el amor, conocí la pasión, todo lo hermoso que puede entrar a través de la retina, sus paisajes son cuadros del maestro Tito Graffe.

Su rica cultura que se pasea por la música, la gastronomía y reseñas histórica de alto valor, que la hacen la isla más hermosa del Caribe. Es parte de las Antillas menores, al Sur-este del mar caribe, al Norte-este de Venezuela. Su afluente turístico es descomunal debido a sus hermosas playas de arenas blancas y palmeras abundantes, como lo son: playa el agua, playa paraíso, playa el Yaqué, Guacuco, Juangriego, Parguito, Pampatar, entre muchas otras, pero hay una historia que me impactó, una historia poco difundida por lo menos al nivel que se merece, es una historia de amor. Si de amor, de amor a la Patria y de amor conyugal, ocurrida en su mayoría en esta preciosa isla.

Luisa Cáceres de Arismendi es una caraqueña nacida el 25 de septiembre de 1799 y muere el 2 de junio de 1866.

Su historia es la de una heroína, la cual encaja a la perfección con el noble temple de la mujer venezolana. Su historia fue una suerte de tragedia griega de mucho dolor y sacrificio por su patria y su amante esposo, el Gral. Juan bautista Arismendi, Prócer de la gesta Libertadora. Esta noble mujer llega a Margarita con tan solo 15 años; se desposa con el general después de pasar por catastróficas tragedias en su vida, como la muerte de su padre en el ataque a la guarnición de Ocumare en 1814 y luego la muerte de su hermano al tratar de rescatar al mismo en una movida audaz, pero con mal resultado; junto a jóvenes estudiante es derrotado y capturado, luego fusilado el 16 de marzo del mismo año.

Esta mujer fue encarcelada, humillada, aun estando en cinta, hija la cual perdió al nacer por complicaciones entendibles de su condición, paso de cárcel en cárcel, de castillos en castillos, pero su temple fue de acero, fue forjado con la sangre derramada por los Patriotas literalmente. Esa sangre que iba a desembocar en el aljibe de la prisión y Cáceres de Arismendi es obligada a beber de esa agua una y otra ves. En una oportunidad su esposo en logros de batalla se hace de importantes prisioneros, los cuales la Corona Española pide canjear; oportunidad en la cual ella podría recuperar su libertad cosa a la que él respondió: “sin patria no quiero esposa” negándose a cualquier trato con la Corona Española.

Esta hermosa mujer logra después de muchas peripecias y sufrimiento su libertad, logra ver sus sueños y el de su esposo hecho realidad, una patria libre, un país libre.

Esta hermosa isla nos da alegrías, nos alimenta el alma con sus paisajes y playas, nos enseña, pero también nos invita ala reflexión, lo que amamos requiere sacrificio. Hay que darlo todo por la patria, para que así vuelvan a ser hermoso los ocasos en Juangriego.


Comentarios

  1. sobrino .una ves más agrandado de esta ras tus recurre tes historia .a lo estilo oriental. y bien definidas. aportando un poco más a nuestro acervo cultural

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    1. gracias tio mil gracias viniendo de ti es un halago !! besos te quiero mucho

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