Stella Maris




Stella Maris.

 

 La estrella del mar, ese siempre fue el apelativo que más me atrajo de los muchos con los que se nombra a esta Patrona de los marineros.

 Alcaldesa perpetua de la ciudad de Lima, Patrona del Ejército de Venezuela y Patrona de la Armada Española, son solo algunos de los honores que a ella se otorgan.

 Santa María del Monte Carmelo, es una de las diferentes advocaciones de la Madre de Jesús de Nazaret, El Monte Carmelo queda en Israel y es descrito en la Biblia como un lugar hermoso por el profeta Elías; el cual vivió en una gruta muy austera en ese lugar.

 Allí demostró en más de una ocasión el poder de nuestro Señor ante sacerdotes de dioses paganos.

 Esto dio origen a que con el tiempo se convirtiera en un lugar de peregrinaje, luego se radicaron un grupo de ermitaños seguidores de las enseñanzas del profeta.

 Hacia el año 1200 de nuestra era, formaron la orden de nuestra Señora del Monte Carmelo conocidos en la actualidad como los Carmelitas.

 Según la historia, el 16 de julio de 1251 la Virgen se le aparece al Superior de la orden San Simón Stock, entregándole un escapulario, prometiendo librar del castigo eterno al que lo llevase.

 Mi relación con la virgen es heredada por mi Madre; ella fue fiel devota hasta su último día terrenal. Siempre al salir de casa la escuchaba decir:

"Dios y la Virgen del Carmen te acompañen".

 Esa afirmación diaria siempre fue así, me hacía sentir acompañado en todo momento.

 También era invocada por ella en los momentos de mayor peligro o en esos momentos, en que sus nervios la superaban. Por ejemplo:

"En un avión o en carretera en épocas de lluvia".

 Su devoción fue algo digno de destacar y quiero pensar que la misma Virgen también lo notó, el escapulario en la cartera y en nuestros cuellos fue nuestro emblema fiel de esa devoción tan grande.

 Este símbolo de pacto con lo divino de cierta forma te hace sentir protegido, es el escudo que te da el poder de la fe.

 La figura de la Virgen Madre, nos llega a nosotros los creyentes, como un dogma, como algo que necesariamente no tienes por qué entender, pero si debes aceptar por fe, este acto no se hace tan difícil de asimilar si ves que todo tiene como último fin profesar amor y hermandad.

 De donde provengo (Venezuela) la devoción Mariana es muy marcada, se basa en diferentes manifestaciones de la Virgen todas hermosas y significativas.

 Yo en lo particular siempre seré devoto de la Virgen y aplaudo la manera como se realza su figura y su vida por la iglesia católica, pues el peso de una Madre en la formación de una persona es indudable.

 No comparto esa manera muy habitual de poner a los personajes de la historia como personas con madres anónimas o poco mencionadas, me parece un acto cruel a la memoria de tantas mujeres que le dieron forma a las personas que tanto admiramos.

 Hoy en tu día elevo una plegaria hasta ti, para que intercedas por el alma de mi madre, que la tengas a buen resguardo, la juntes a tu pecho y la conduzcas a los jardines de rosas de tu alma, tenla a tu lado como una de tus más devotas hijas, ponle tu oído cerca de sus labios y deja escuchar una vez más lo que tantas veces rezó:

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que diste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección.

Amén.



Por: Luis Gonzalo Guerrero

Autor de: "Un adiós en el malecón"

Gerente de zona del Grupo Editorial Jurado Ecuador JuradoEditorialEcuador@gmail.com JuradoEditorialEcuador@gmail.com juradopublishing@yahoo.com






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