Libertad o igualdad
¿Libertad o Igualdad?
Solo ella, mi gran amor, sabe romper con el silencio de las madrugadas, de esa forma tan suya, tan sensual, en voz muy baja, me dice al oído.
Te amo.
A lo que yo respondo guardando, un profundo y nítido silencio.
De nuevo se deja escuchar su aterciopelada voz, que dice.
¿Y tú a mí, me amas?
Y sin dudar le digo.
Yo, también te amo.
Luego, para finalizar cerrando sus labios, dice.
Que lindo, mi amor, somos iguales.
Discúlpenme mis queridos lectores, por favor, pero no pude más que corregir tal afirmación.
Le digo dulcemente, No mi vida, definitivamente, no somos iguales.
Y ustedes dirán.
¿Por qué no?
La decisión de amar, se toma en Libertad, no por Igualdad, se tiende a confundir La Libertad con La Igualdad.
¿Qué es más importante?
¿La Libertad o La Igualdad?
Les tengo buenas noticias si, su respuesta fue:
La Libertad.
Porque, sin duda alguna, La Igualdad, es un mito.
Y menos mal que es así, sino, imagínense, lo aburrido que fuese este mundo, si todos fuésemos iguales.
Paso a comentarles un hecho, que escuche hace algún tiempo.
En el parlamento francés, hay un caluroso debate sobre La Igualdad de Derechos, entre mujeres y hombres, cosa que aplaudo y me parece de primer mundo, llegado el turno de palabra, una representante muy famosa en Francia, para aquel momento, se levanta de su curul y dice a viva voz:
Hombres y mujeres somos exactamente iguales, lo único que nos separa es:
Une petite différence.
O sea, una pequeña diferencia, a lo que otro representante en la misma sala, responde enérgicamente y a viva voz.
!Vivre cette petite différence!
¡Viva esa pequeña diferencia!
Es cierto, las diferencias así sean pequeñas hay que celebrarlas; son las que le dan sustancia a la vida.
Hay maneras válidas de concebir La Igualdad, entre ellas.
Unas de las primeras difundidas fue por los Romanos, en su filosofía llamada Estoicismo en el 200 A.C., Donde dice que todos los hombres somos iguales ante la naturaleza, o sea, sentimos igual, tenemos necesidades
iguales, etc. Doctrina muy plausible.
La otra es el Cristianismo, que nos dice, todos somos iguales ante los ojos de Dios, esta nos iguala ante el Divino. Otra, hermosa idea.
Los ingleses, por el siglo XVII, después de unos calurosos debates y estudios, dictaron, que todos somos iguales ante la ley, que por los crímenes cometidos o faltas, todos debemos pagar la misma condena, sin importar, clase social o condición económica. Muy justo a mí entender.
Estas formas de igualdad, son las bases de la humanidad moderna, pero hay otra manera de ver La Igualdad, es una manera, que nos empobrece, que nos destruye, es aquella llamada Populismo, es la que degeneró de la Revolución Francesa, es la que adoptó el Socialismo y el Comunismo.
Les hablo, claro está, de La igualdad de Logros que es totalmente antinatural, que es un flagelo del modernismo, es un falso profeta, porque no tiene nada de justa y esta igualdad jamás, nos equipara hacia arriba, si no hacia abajo.
¿Cómo puedes implementar esta igualdad de logros, en unas Olimpiadas?
Me lo pregunto a diario y lo confieso, no logro entender, sería algo atroz, que el que corra más rápido en los 100 metros planos, tenga que esperar a los demás ante la meta, para así llegar todos iguales.
Hay una forma y es muy peligrosa, existe una manera de instaurar el mito de La Igualdad de logros, y eso de verdad ocupa mis pensamientos, es una forma maligna y no es otra que suprimir La Libertad.
Jamás permitamos que un mito, haga que se pierda lo que verdaderamente nos hace humanos, en la diversidad está la competencia, está el encanto y eso siempre es sano, no dejemos que nada, ni nadie, nos robe La Libertad.
Por: Luis Gonzalo Guerrero.
Luis Gonzalo, felicitaciones, te he estado siguiendo, gracias a mi querido compañero tú tío Ramon, quien nos envío tu link, me agradan tus escritos y te auguro éxitos en este caminar, tus padres estarían orgullosos...un abrazo . Arturo Briceño (padre)
ResponderBorrarGracias mil gracias ! un fuerte abrazo lo aprecio mucho saludos !
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